Fuimos tres amigos a este restaurante coreano/japonés, llamado "Los Palillos del Cardenal" (está en la calle Cardenal Cisneros). Sospechamos que es un buen restaurante porque, aunque tenga un menú del día a precio razonable (€12), siempre está lleno de auténticos clientes asiáticos, que no turistas u oficinistas españoles!
Los Palillos del Cardenal
Pedimos un vaso de vino tinto de la casa para poder comparar, y luego le pedí al camarero si podía abrirnos mi botella de Airén ‘Sobremadre’. Dijo que sí, que ningún problema por su parte, pero que no nos viera su jefa! Y no nos cobró nada para el descorche.
Para el primer plato, dos tomamos tempura de verduras y uno la sopa picante. El consenso fue que con la sopa habría sido mejor una cerveza o soshu, o incluso agua(*), y que cualquier vino no se podía apreciar. Pasaba más o menos con la tempura, pero nuestro ‘sobremadre’ iba mejor que el tinto.
Airén 'Sobremadre', sushi, sopa picante y kimchi
Fue todo mucho mejor con los segundos platos (sushi, bimbimbar y chapchi). Con el sushi el Airén sobremadre fue un exitazo! Este vino tiene suficiente cuerpo y tanino para acompañar bien los sabores intensos del sushi. Opinamos que un vino blanco normal típico (afrutado y/o dulce) no habría funcionado. Mientras que el tinto de la casa era demasiado fuerte y sabía demasiado a roble. Nuestro Airén sobremadre tenía una calidad un poco amarga, cítrica (pomelo) que iba muy bien.
Yo creo que el sabor del vino de sobremadre es tan singular y diferente de un vino normal tinto o blanco, que el factor ‘sorpresa’ también influye en la experiencia.
Con el kimchi, no estábamos tan seguros. Creo que habría sido mejor una cerveza. Ese kimchi era fuerte, intenso y picante (era casero) y podría vencer a qualquier vino! El tinto con roble fue el peor!
Airén 'Sobremadre’ con kimchi
(*) Ya sabéis, ese liquido clarito que no sabe a nada, donde nadan los peces.