martes, 18 de septiembre de 2012

Otro día en la Vida...

El otro día me fui a Gredos a mirar una viñedo viejo de Garnacha en un pueblo que se llama Sotillo de la Adrada. Hace unos meses llegué a un acuerdo con el propietario del viñedo para comprarle las uvas, y he estado yendo para allá una vez a la semana más o menos para controlar como iban madurando las uvas y para fijar una fecha para vendimiar. Quizás sea un poco aburrido escribir de esto, pero mientras iba y venía, he estado pensando en el ‘contexto’ más amplio.

Tardo unos 90 minutos en llegar, y no me gusta escuchar la radio en el coche y ni siquiera música, y prefiero usar el tiempo para pensar en mis cosas! Bueno, primero la visita misma, y a continuación os suelto el rollo!

El viñedo es bonito y el entorno en general también es bonito. He visto unos cuantos viñedos en Sotillo, y éste es bastante típico: suelo arenoso, altitud de entre 600 m y 700 m, bastante plano, en el monte bajo antes de que se convierta en el monte-monte de la Sierra de Gredos. No se puede llamar ‘de montaña’ como es por ejemplo Cebreros; más bien ‘de valle’ diría. Todos los viñedos que vi por allí son pequeñitos (de 1 ha a 2 ha) y suele haber algún árbol, olivos, higueras, etc, plantados allí también.

Olivo en el viñedo

Higuera en el viñedo

Chumbera en el viñedo

Cogí unas muestras de uvas, un granito al azar de cada 3ª o 4ª cepa más o menos mientras caminábamos de un lado a otros del viñedo. Probé unas bayas, la piel y las pipas, y mirando por el espectrómetro, me dio un grado probable de alcohol de 13.6%. Así que decidí vendimiar el fin de semana; y el propietario pensó que estaba loco! Eso porque en la zona nadie ha comenzado a vendimiar aun, y no lo harán hasta dentro de un mes. La co-operativa ni siquiera está abierta!

Pero, ¿qué? Estoy haciendo un experimento! Creo que en el mundo del vino ya hay suficientes Garnachas de 15%, 16% o 17% grados. Hay buenos y algunos no tan buenos ya, así que quiero intentar hacer algo un poquito diferente, es decir una Garnacha que esté un poco más ligero de alcohol, pero sin perder sus características ‘garnachosas’! Habrá que ver lo que me sale! Tengo un plan de vinificación, pero sin duda cambiará un montón de veces a lo largo del tiempo, y el resultado final será una sorpresa!

Hay viñas en el viñedo también

Y ahora os suelto el rollo:

Trágico y triste. Esas son la sensaciones que he probado. Sotillo de la Adrada, igual que muchos, muchos pueblos en España (y sin duda en otros países de Europa también) con un patrimonio agrícola en general y con una tradición de viticultura y vinificación en particular, se está muriendo.

Bueno, quizás eso es demasiado dramático! Digamos pues que Sotillo se está muriendo, en cuanto a su cultura y patrimonio viticultural y vinícola. Sin duda, el pueblo seguirá viviendo o sobreviviendo de otras cosas.

Primero, todos los propietarios de viñedos que conocí eran personas mayores jubilados. No he conocido ni un solo viticultor joven (ni de mediana edad!).

Segundo, he visto muchos viñedos en Sotillo (y en la zona en general) que han sido abandonadas o arrancadas, y hay muchos que parece que van por el mismo camino.

Los motivos de todo esto serán complejos (y supongo que ya existirán análisis socio-económicos), pero he aquí un par de cosas que creo que pueden ser relevantes:

1.Los hijos e hijas de estos propietarios no tienen el más mínimo interés en gestionar sus viñedos. Habrán ido al cole y a la universidad y tendrán sus trabajos en la ciudad más próxima. Que está muy bien – porque sus padres han hecho un esfuerzo enorme para pagarles una buena educación, justo para que no tuvieron que trabajar como esclavos en el campo de sol a sol todos los días de su vida como han tenido que hace ellos.

2.La única salida para las uvas cultivadas por estos viticultores es la co-operativa local, que durante décadas ha comprado toda la uva del pueblo y ha producido vino de mesa. Pero esto hoy en día esto es un gran problema para todos. Quizás hace muchas décadas, cuando España era un país casi-tercermundista, había una gran demanda para vino de mesa o a granel, y todo ese vino se vendía y todo el mundo (viticultores, cooperativa y consumidores) era feliz. En aquel entonces el vino de mesa era un bien de consumo básico, como puede ser el pan, los huevos, la fruta y verdura, etc. Pero los tiempos cambiaron. En España, incluso en pueblos pequeños, ya hay supermercados y la gente ya no compra tanto vino a granel o vino de mesa barato. Y si lo compran, no será necesariamente local, sino puede venir de cualquier parte, dependiendo del precio y de la logística del transporte, etc. Debe de haber miles de cooperativas vinícolas en España, todas ellas produciendo vino de mesa barato y todas ellas compitiendo entre sí desesperadamente para vender más barato en un mercado cada vez más pequeño. Esto, para mi, es el camino a la bancarrota, tarde o temprano, tanto para la cooperativa como para los viticultores. Es cuestión de tiempo.

Un viticultor se me quejaba el otro día: decía que el año pasado vendió su uva a la co-operativa y que 1) le pagaron un precio ridículamente bajo (basado en peso y en grado de alcohol) y que 2) no le han pagado aun, después de 11 meses de espera!

Básicamente, esto es el motivo porque se abandonan tantos viñedos. No se pueden cubrir los costes de llevar el viñedos durante el año (arar, podar, abonar, vendimiar, etc) con los precios que pagan las cooperativas para las uvas. Y ni siguiera pagan en un plazo razonable.

Es un círculo vicioso también. Las co-operativas suelen pagar por kilos Y por grado probable de alcohol. Así que obviamente los viticultores vendimian lo más tarde posible para ganar más dinero. Y las cooperativas se ponen a producir vinos de 15%, 16% o 17% grados y mezclan y homogenizan y procesan de mil maneras para producir millones de litros de vino de mesa barato. En competición directa con miles de otras cooperativas iguales, todas cazando un mercado cada vez más pequeño.

No me extraña que sea tan fácil encontrar un viñedo viejo para arrendar, comprar o simplemente para comprar la uva!

Pues, eso, a mi me pareció todo muy triste y trágico.

No veo una solución. Personas como yo podríamos representar una alternativa, pero somos muy pocos y tenemos pocos medios. Nunca podríamos comprar toda la uva de un pequeño pueblo!!!

Dicen que la primera cosa que hay que hacer cuando estás metido en un hoyo y quieres salir, es dejar de cavar! Así que quizás las co-operativas deberían dejar de producir tanto vino barato, y quizás deberían empezar a producir vinos de calidad, singulares, que expresen el terruño único de su zona? No lo sé. Que se busquen la vida ellos!

Lo que sí sé, es que en Sotillo y en tantos otros pueblos de la zona de Gredos, hay un tesoro que no se está valorando, y que está desapareciendo lentamente año tras año, y donde en vez de producir millones de litros de vino barato, anónimo, casi invendible, se podrían producir joyas, tesoros, vinos diferentes de los demás. Y es lo que voy a intentar hacer, a mi pequeña escala, igual que están haciendo otros pequeños productores.



 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.