El otro día (6 de diciembre 2012) fue mi primer día en el viñedo después de tantos meses de trabajos en la bodega.
Empecé con el compost.
Esto es la pinta que tenía el viñedo en diciembre:
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Viñedo recien arado |
El tractorista me aró el viñedo ligeramente, así que no se ve ningún tipo de hierba, o hierbajo: ¡Y además es invierno! Durante el resto del año, me gusta dejar crecer a todas las especies de hierbas, plantas, flores y cardos para crear biodiversidad. De esta forma todas las diferentes especies de insectos pueden vivir, y se van comiendo unas a otras y todo el viñedo está en equilibrio. Nunca se produce una plaga de una especie que ataca la vid o la uva.
Esto es la pinta que tiene de cerca:
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Viña sin compostar |
El primer paso es cavar alededor de la viña y hacer un agujero:
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Cavar un agujero |
Luego se carga la carretilla con compost:
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Cargar la carretilla |
Esto es compost ecológico, es decir proviene de una granja ecológica de cabras y ovejas, que viven en el campo y que no comen piensos industriales fabricados con productos químicos.
Luego, se echa el compost en el agujero:
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Echa el compost |
Luego, se cubre el compost con tierra. Es importante que el agujero sea bastante profundo y luego cubrirlo bien; si no, serán las hierbas y flores superficiales, con sus raíces cortas, las que se beneficien de compost, en vez de la viña!
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Cubre bien el compost |
Por último, podar la viña. Así se pueden diferenciar las viñas compostadas de las que no.
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Vina compostada y podada |
Cuando terminé el montoncito de compost (para unas 10 viñas), me fui a podar en otra parcela, pero después de una hora, no pude más, porque me empezó a doler la espalda!!! Y los dedos también!!! Así suele ser el primer día, cuando uno no está acostumbrado