¡No os preocupéis! Queda mucha uva blanca (Airén) para vendimiar dentro de un par de semanas.
La Vendimia
Vendimiamos el pasado sábado 27 de agosto, y fue muy relajado, sin estrés y sin prisas porque éramos muchos y la uva muy poquita. Al final éramos 9 adultos y 7 niños.
La Cuadrilla
Cogimos tan solo unos 400 kg, que es la cantidad más pequeña que hemos cogido nunca de ese viñedo en los últimos 8 años. No me lo explico. ¿Quizás sea el clima? En general el verano ha sido fresquito, o por lo menos, no tan caliente como habitualmente. Tendré que preguntar. Quizás podría ser que tenemos que abonar. Normalmente, cada dos años cogemos estiércol de Los Apisquillos, y deberíamos haberlo hecho este año, pero no pudimos.
Por otro lado, aunque la cantidad fue poca, la calidad fue excelente. No había ni un racimo malo, ni una sola señal de enfermedad tipo mildiu u oídium.
Más racimos hermosos y saludables de Tempranillo
De hecho, este año ni echamos azufre en el viñedo, ni una sola vez. Algunos años echamos azufre en polvo sobre las viñas si hay riesgo de mildiu u oídium, pero este año no fue necesario.
Vendimiadores en acción
Un rincón del viñedo
Otro racimo de Tempranillo
A las 15:00 ya habíamos terminado, y después de llevar la uva a la bodega (en Morata de Tajuña) nos fuimos a una terraza para tomar café, cerveza, helados, y lo que hiciese falta. Fue la vendimia más rápida y fácil que he hecho nunca. De hecho, ¡fue casi como no trabajar!
La última cosa que hicimos antes de volver a Madrid fue sacar la uva al patio de la bodega para que se enfriara bien durante la noche.
Moliendo la Uva
El día siguiente, domingo 28 de agosto, molimos la uva. Al igual que el día anterior, más que trabajar fue como un agradable día de campo, ya que había tan poca cantidad. Terminamos en pocas horas. Tardamos más en montar y luego recoger y limpiar que en estrujar la uva.
Estrujamos la mayoría de la uva con esta máquina (abajo), una despalilladora-estrujadora. Se vierte una caja de uva en la parte de arriba y se gira la rueda (izquierda). Las uvas caen entre dos rodillos que tienen una separación de unos 0,5 cm, es decir menos que el grosor de una uva; los rodillos aplastan las uvas y éstas caen al capazo. Mientras tanto los raspones se separan y caen por otro lado.
La despalilladora-estrujadora
La despalilladora-estrujadora en acción. Cajas vacías a la izquierda
También pisamos algunas uvas con los pies (foto de abajo). ¡Y dicen que hay gente que paga para hacer esto!
Estrujando y pisando
Por último, como se dice en España (o por lo menos en Morata de Tajuña!): “Para hacer vino, hace falta cerveza”.
"Salud y buen vino"
Y por últimisimo, al final sacamos unos 400 litros de mosto (incluyendo hollejos y pipas) que será más que suficiente para hacer una barrica de crianza, contando con unos cuantos litros para los rellenos. La densidad del mosto era de 1097, que equivale a unos 13.5% grados de alcohol.