El sábado 18 sept, habíamos planeado vendimiar nuestra uva Airén de Carabaña , y todo estaba preparado para ello (la estrujadora y la despalilladora limpias y en su sitio, la furgoneta, cargada de cajas limpias) Pero cuando llegamos al viñedo a las 8 am del sábado por la mañana nos asaltaron las dudas. Deambulamos durante media hora por el viñedo, y decidimos no cosechar por las siguientes razones:
1) Había llovido fuerte en Carabaña durante el jueves y el viernes, y había mucho barro. Eso implicaba casi con seguridad barro en la base de las cestas, y una alta probabilidad de que acabara en la despalilladora, la estrujadora, los depósitos, y consiguientemente en el mosto.
2) Las viñas habían chupado mucha agua y las uvas estaban gordas e hinchadas, y el mosto parecía estar diluido. Así que si cosecháramos, el contenido de azúcar (en porcentaje) sería más bajo y el vino tendría también menos contenido alcohólico.
3) Una nube negra anunciando “el Juicio Final” estaba justo encima de Carabaña, mientras que en los pueblos vecinos (Tielmes, Perales, Morata) los cielos estaban bastante despejados. Interpretamos que el universo nos estaba mandando un mensaje muy claro. Y estuvimos atentos al mismo.
Lo que hicimos fue coger una muestra representativa (¡no una hecha a lo me cago en diez!) y la llevamos a la bodega a analizarla. Acertamos. La estimación de contenido de alcohol había caído un 0,4% en comparación con la muestra que habíamos cogido antes de las lluvias.
Muestra representativa del Airén
Nubes sobre Carabaña
Hollejos, raspones y estiércol
Prensadas
El viernes anterior (17 sept) estuvimos en la bodega prensando las pieles de tempranillo que habían estado macerando con el mosto de la cosecha de desde hace una semana. Todos los años hemos prensado manualmente, usando una prensa como ésta.
Prensa manual (jaula abierta después de prensar)
Esta prensa la usamos para pequeñas cantidades de Tempranillo, Shiraz y Garnacha que tenemos este año. Pero este año además tenemos 3.500 kgs de Tempranillo, con la que usamos esta prensa hidráulica
Prensa hidráulica
Funciona así: se llena la prensa con uva estrujada y cierras la tapa. Entonces una bolsa se hincha y aplasta las uvas contra el filtro que está alrededor del interior de la prensa. Se puede programar el ciclo de prensado en cuanto a la presión de prensado, el número de veces y la frecuencia de repeticiones.
Prensa llena de hollejos, pepitas y mosto/vino
Programamos la prensa a uno de los niveles más bajos de prensado para evitar lo más posible aplastar las pepitas; si se rompieran las pepitas darían al mosto/vino sabores amargos y otros sabores y aromas desagradables y no deseados.
Esperando a que termine el proceso de prensado
Al final, todo salió bien y conseguimos evitar sabores y olores desagradables en el vino. En teoría, podríamos haber sacado bastante más vino, que podía haber sido aprovechado como vino de mesa de baja calidad. Pero opinamos que ya hay bastante de ese tipo de vino en España y en el resto del mundo!
Hollejos secos y pepitas
Juan saca los hollejos secos y pepitas
Pala tamaño ogro!
Restos de nuestro piscolabis nocturno
(Traducción por Ignacio Segovia)
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