jueves, 21 de noviembre de 2013

Echando Vino a la Alcantarilla

El otro día eché unos 400 litros de vino a la alcantarilla. (bueno, fue en junio, pero voy muy atrasado con las traducciones de mis posts en inglés!)


A la alcantarilla
¿Porqué? Pues, porque había empezado a convertirse en vinagre.

Nunca me había pasado antes (¡te lo juro!). Se ve que siempre hay una primera vez para todo.

Es interesante que tuvo que ocurrir justo en aquel momento, porque llevaba tiempo enzarzado en debates (mejor dicho, en ciber-debates) sobre vinos naturales en general y sobre los 'defectos' de los vinos naturales en particular. Especialmente en le blog de Robert Joseph (aqui). Este hecho me hizo pensar, paranoicamente, que todo y todos estaban en contra de mi!

Pero primero, he aquí mis teorías sobre las posibles causas de esta pequeña tragedia:

1. Las condiciones ambientales. En aquel momento estaba compartiendo una bodega, y el espacio que usaba estaba justo al lado de la puerta principal. Entonces not tenía ningún tipo de control sobre la temperatura.

2. Falta de atención diaria al vino. Durante esa época no pude atender a mis vinos como se debe, porque estaba demasiado ocupado en otras tareas (buscando una bodega nueva, y una vez encontrada, en limpiarla y pintarla y prepararla para la inminente vendimia y vinificación, y a continuación en la vendimia misma!)  Ver estos posts previos:

3. El hecho de no usar sulfitos. Quizás este vino habría sobrevivido si hubiera usado algo de sulfitos. Como he dicho en otras ocasiones, no tengo nada en contra del uso moderado y razonable de los sulfitos. Solo estoy en contra de su ABbuso. De todas formas, el caso es que ni tuve tiempo ni oportunidad de usalos y posiblemente salvar ese lote de vino. En fin!

Sean cuales fueran las causas, la pregunta más interesante para mi era "tiralo o no tirarlo?"  Porque yo he catado vinos que tenían una acidez volatil mucho más alta, y que se aproximaban much más al vinagre, que el vino que tiré. Por una lado, creo que hubiera podido embotellarlo perfectamente y ponerlo a la venta. Pero por otro lado creo que durante el último año he cambiado mi actitud y opiniones sobre lo que es un vino natural y sobre lo que son sus denominadas 'faltas' o 'defectos'.

Creo que el vino que tiré se habría considerado 'defectuoso' por el mundo del vino 'convencional', pero habría sido aceptable por muchas personas dentro del mundo del vino 'natural'.

Luego está la cuestión de mi gusto personal. Creo que soy bastante abierto y tolerante en general; de hecho sé que puedo disfrutar de vinos que otros consideran 'defectuosos', pero no me gustan especialmente los vinos que tienen un acidez volatil muy alta. Me gusta beberlos de vez en cuando, pero no habitualmente, y no me siento a gusto produciendo ese tipo de vinos. Uno de los propositos u objetivos principales en mi proyecto o negocio de vino es el de producir vinos que expresen el terruño ('terroir') de donde proceden y de su variedad, de manera más fiel y natural posible. Y, en mi humilde opinión, vinos que tienen una acidez volatil muy alta simplemente no pueden expresar su terruño. Un vino que sabe a vinagre, sabe a vinagre, y no se puede apreciar su variedad, su suelo, su clima, etc No se puede apreciar nada aparte del sabor a vinagre! Así que lo eché a la alcantarilla!

Al final, estoy en paz con migo mismo. Por un lado, estaba vacilando si tirarlo o no. Estaba pensando en la pérdida de dinero, y en el tiempo y cariño que dediqué a producirlo. Pero, por otro lado, solo el pensar que ese vino-vinagre estaría a la venta me producía algo como malestar o verguenza!!! No sé.

Ha sido una buena lección. No solo desde el punto de vista técnico (como cuidar y proteger el vino), sino desde el punto de vista de que tipo de productor quiero ser y que clase de vinos quiero producir.

bye bye vino

martes, 16 de julio de 2013

Nueva Bodega – Obras y Trabajos


He aquí las últimas noticias sobre los trabajos que estamos haciendo en la nueva bodega.
Han sido unos dos meses (mayo y junio) bastante intensos, ya que tenemos que tenerlo todo terminado para la vendimia del Albillo, que en esta zona va a ser a mediados de agosto.
Los trabajos más difíciles fueron:
1.      Raspando y pintando el techo. Tuvimos que alquilar una plataforma móvil para poder llegar a los punto más altos
Raspando y pintando (1) - Una voluntaria!
Raspando y pintando (2) - La plataforma móvil
Raspando y pintando (3) - Un servidor
Raspando y pintando (4) - Mi amigo Fermín

2. Otro trabajo duro fue limpiar las paredes de los depósitos de hormigón ‘conos’.
Lavando los conos (1)
 
Lavando los conos (2)

3. Y el tercer trabajo que nos costó bastante fue pintar el suelo de la zona de elaboración con pintura epoxi

...fotos

Hicimos todas estos trabajos nosotros mismos, con la ayuda de amigos y familia, si no el coste habría sido prohibitivo, y no podríamos haber abordado este proyecto.
También tenemos que habilitar un cuarto de baño, un cuarto de embotellar, y una oficina/laboratorio
 
 
Futuro cuarto de baño

A partir de ahora (principios de julio) tenemos que terminar toda una serie de trabajos ‘menores’. Ante todo tenemos que terminar de pintar; aunque no sea esencial desde el punto de vista técnico para hacer vino, si es importante desde el punto de vista estético y psicológico; la bodega tendrá un aspecto mucho mejor para cuando llevemos visitas, y a mí me hace sentir bien a ver un resultado físico después de tanto curro!
Hace unas semanas vino una inspectora de Sanidad y nos dio su aprobación provisional, pendiente la terminación de unas obras para conseguir la aprobación definitiva:
-   Instalación de falso techo en el cuarto de baño
-   Instalación de falso techo en el cuarto de embotellar
-   Instalación de caldera de agua y rejilla de ventilación en cuarto de baño
-   Instalación de dispensador de toallas de papel, cerrojos y armario en cuarto de baño
-   Instalación de mosquiteras en las ventanas
-    y unas cuantas cosas más
Además de estas cosas que son necesarias legalmente, tenemos que hacer más cosas aun:
-   arreglar las rejas de seguridad en las ventanas
-   vender o tirar un montón de chatarra
-   arreglar y hacer bonito el patio
-   habilitar un espacio para catas
-   y unas cuantas cosas más!
Cinta transportadora, para el chatarrero

Otra cinta para el chatarrero
¡Ay, como está el patio!
 
¡El patio tá mu mal!


Por último, tenemos que arreglar la instalación eléctrica. Esto nos va a costar una pasta gansa, y todavía estamos pidiendo presupuestos y buscando la manera de abaratar el coste.
El hacer todos estos trabajos significa que no he podido atender ni a mis viñedos en Carabaña y en Villarejo (tienen un aspecto aun más salvaje que de costumbre) ni a mis vinos en la antigua bodega en Morata de Tajuña; tampoco he podido escribir mucho en mis blogs, ni estar en Twitter o en FaceBook como de costumbre, ni ir a catas o eventos relacionados con el vino.
Pero no me quejo! Porque estoy haciendo lo que llevo más de 10 años esperando hacer :)
De hecho, estoy feliz! Jodido y cansado, pero feliz :)

jueves, 6 de junio de 2013

Nueva Bodega


  ¡Por fin! 

Después de unos dos años de búsqueda, por fin he encontrado una bodega que cumple no solo con mis criterios personales, sino con todos los criterios legales y burocráticos también.
¡No me lo puedo de creer!  Pero firmé el contrato el otro día, así que debe ser verdad!


Firmando el contrato para la nueva bodega

Creo que estoy aun en una especie de estado de shock o de anublamiento existencial! Como cuando te conviertes en papá, o compras una casa nueva, o empiezas un trabajo nuevo (¡o algo así!).

Pero no solo eso. Es mejor aun. Porque la bodega es más allá de mis sueños más surrealistas. Durante los últimos dos años, conforme iba pasando el tiempo, mis aspiraciones se iban haciendo cada vez más pobres, y acabé mirando naves que eran funcionales pero feísimas, es decir naves en políganos industriales de los pueblos. Mis expectativas se redujeron a la mera funcionalidad (mínimo de espacio, luz eléctrica homologada, posibilidad real de obtener una licencia, etc) y se me olvidó todo lo bonito del asunto – la estética, la belleza del edificio, el entorno, posibilidad de llevar visitas y de estar allí y disfrutar, y no solo trabajar!

De allí mi incredulidad. Porque la bodega que hemos encontrado es un edificio histórico en todo el centro de un pueblo no demasiado lejos de Madrid, en la Sierra de Gredos; y que en su día fue una bodega cooperativa, hasta que se fue a la quiebra hace unos dos años.

La nueva bodega! – Vista de enfrente, del otro lado de la calle

El espacio es simplemente enorme – tiene una capacidad para 1,2 millones de litros. Unos 50 conos de hormigón, de obra, de unos 16.000 litros cada uno. Vamos a parecer como ratoncitos en una catedral, porque este año no vamos a usar los conos, sino que haremos vino en nuestros pequeños cacharros artesanales – unos 15.000 litros como mucho!


Vista desde dentro – planta baja

Voy a compartir el edificio, y los gastos, con otro productor de vinos, Daniel Ramos (Finca Zerberos) a quien le pasaba exactamente lo mismo que a mí, es decir estaba buscando un sitio proprio donde poder hacer vino. Nos encontramos por pura casualidad el año pasado en una cata a ciegas en Sotillo de la Adrada, así que nos pusimos de acuerdo en buscar un sitio juntos. Y así fue.


Vista desde dentro – primera planta

Ahora es una carrera contra reloj para preparar el edificio para la vendimia, que vas a ser a mediados de agosto (para el Albillo). Y hay MUCHO trabajo para hacer, ya que el edificio lleva dos años cerrado y está muy sucio; además ya no cumple con todos los requisitos de sanidad, ya que nunca se actualizaron las instalaciones desde el 1958, año en que se levantó el edificio.
Como poco, tenemos que arreglar el tejado, raspar y pintar el techo y paredes, cambiar las instalación eléctrica, reformar el cuarto de baño, y quien sabe qué más! Ya lo sabremos cuando vienen los inspectores de Sanidad, de Industrias, y de no sé qué más sitios!

Un servidor pintando un poco!
Continuará  :)



martes, 4 de junio de 2013

Plantando Nuevas Viñas



¡Por fin!

Después de unos diez (10)años pensándolo, hablándolo, y escribiéndolo, finalmente lo he hecho. He plantado unos 150 nuevas viñas en los espacios vacíos del viñedo de Carabaña.

Viñas recién plantadas, con sus tubos protectores


Decidí poner Tempranillo, porque el viñedo ya está plantado a Airén y Tempranillo, pero de tempranillo hay poco, solo suficiente para hacer una barrica de crianza. Vacilé un poco sobre si plantar una variedad diferente, como Malvar o Torrontés u otra, pero al final pensé que sería una tontería y una complicación, porque las cantidad de uvas de 150 viñas sería demasiado poca. Otra variedad para otro proyecto! :)

Más viñas recién plantadas
La decisión más importante no fue la selección de la variedad, sin la del porta-injerto. In este caso el criterio más importante a tener en cuenta fue que no es un viñedo nuevo que las viñas existentes (de unos 50 años de edad) están muy bien arraigadas y sus raíces son muy extendidas y profundas; y competirán brutalmente con las nuevas viñas bebés, que tendrán una dura lucha para sobrevivir y prosperar!  Así que el porta-injertos tuvo que ser uno vigoroso y fuerte. El porta-injertos que me fue recomendado y que hubo disponible se llamaba “Paulsen-1103”, que también es resistente a la sequía y a los suelos calizos.

Vista por el tubo

¡Bueno! Ya está la mitad del trabajo hecho. Para el año que viene quedan unos 100 viñas asilvestradas, es decire, donde la variedad injertada en su día ha muerto, pero donde sigue viva el porta-injertos. En estas habrá que podar, cortar y injertar.

Estas viñas están tan vigorosas que en verano se convierten en monstruos como esta:

Viña asilvestrada

Los minúsculos y numerosos racimos de una viña asilvestrada

Además, quedan unas 20-30 viñas que han muerto pero que habrá que cavar y sacar.

¡Qué bien! Estoy muy satisfecho y contento de haber hecho este trabajo. Se deprime uno cuando se aplaza y se aplaza algo durante tanto tiempo. ¡Digo yo!

 
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