(traducción tardía del post en inglés del 9 sept)
Hoy es 9 de septiembre y aún me estoy recuperando de la paliza que nos metimos los días 3, 4 y 5 recogiendo y prensando uva. Y es que la semana anterior no paramos de limpiar y preparar la cosecha, además de trasladar todas nuestras instalaciones desde nuestra anterior ubicación en Ambite a las nuevas en Morata de Tajuña. Menudo curro!!!
Primero, tuvimos que trasladar todos nuestros equipos, desde Ambite, con la furgoneta. Lo más pesado eran las prensas. Y lo más voluminoso, los depósitos de acero inoxidable de 700 litros. El resto ya eran piezas más pequeñas. También nos llevamos varios centenares de botellas vacías que llenaremos en un futuro. Lo más complicado fue trasladar los 300 litros de vino que no habíamos pasado por barrica. Lo solucionamos subiendo un depósito vacío de 300 litros a la furgoneta y bombeando el vino al depósito. En cuanto llegamos a la nueva bodega lo bombeamos directamente a barrica.
El traslado supuso de 2 a 3 viajes diarios durante 3 días. Después de cada viaje teníamos que limpiar todo concienzudamente. Coincidió con el proceso de negociación de compra de 3000 kgs de uva (ecológica) con viticultores de la zona. Tuvimos que comprar como consecuencia de una bajada en nuestra producción debido a una helada que nos pilló en el mes de mayo, que se cargó buena parte de los racimos en Carabaña. Para la compra de estas uvas tuvimos que estar visitando previamente unos cuantos viñedos.
Vendimiando el Tempranillo en Carabaña
Caja de Tempranillo
La comida
1ª Cosecha (Carabaña)
El viernes 3 recogimos nuestro Tempranillo en Carabaña. Lo hicimos bastante rápido: quedamos a las 7,30 h de la mañana (Cogí la furgoneta que estaba llena de cestas limpias que había dejado preparadas el día anterior). Para las 14 h ya habíamos acabado y habíamos conseguido solo 400 kgs. De allí nos fuimos a la nueva bodega, donde descargamos, despalillamos y prensamos. En esta ocasión y por primera vez lo hicimos a máquina. No a mano como otros años. Después a limpiar y cargar de nuevo la furgoneta con cajas limpias para el trabajo del día siguiente.
2ª Cosecha (Titulcia)
Sábado 4. Ahí sí que curramos!!! Habíamos acordado finalmente comprar 3.000 kgs de uva y teníamos que recogerla en tan solo un día. Calculamos, a ojo de buen cubero, que podíamos hacerlo con 7 personas. Esto es 50 kgs/persona/hora, que significan 10 kgs/persona/hora. O 12 minutos por cesta. Y es que el papel lo aguanta todo.
Al final lo hicimos en el tiempo estimado y recogimos 3900 kgs (3.500 de Tempranillo y 400 de Shiraz). Utilizamos para pesarlo la báscula municipal de Morata. Primero pesamos la furgoneta vacía, y luego su peso con las uvas. La diferencia: el peso de las uvas. Elemental querido Watson!!!
Panel de la balanza municipal
Fue realmente duro porque hacía un calor de mil demonios. Estábamos atacados de los nervios. Nos quedamos sin agua y tuvimos que ir al pueblo a comprar. Habíamos calculado 2 litros por persona pero nos quedamos cortos.
Interminables hileras de Tempranillo
Fijaros en las piedras entre hileras que conservan la humedad.
Racimos de Tempranillo
Casi todas los racimos eran como ésta. Racimos rebosantes y muy saludables de aspecto.
Cestas con uva pendientes de ser cargadas
Cargando
......
Video clip:
Cargando cajas de uva
Comiendo debajo de un olivo
Mientras conducía hacia Morata en el tercero de los viajes, a las 3 ó 4 de la tarde (el momento de más calor del día) empecé a sentirme místico (se me fue la cabeza o estaba deshidratado?). No se veía a nadie ni en la carretera ni en los pueblos que tuve que cruzar; tan solo el paisaje y el asfalto que relucía con el calor. Todo el mundo estaba comiendo o pegándose una siesta. Y me decía a mí mismo. “Qué leches estoy haciendo aquí en el quinto pino, en medio de la meseta castellana con 40ºC y conduciendo una furgoneta llena de uvas? La gente normal está viendo la tele o durmiendo la siesta!!! Supongo que fue un ataque de existencialismo o algo parecido. Bueno, el caso es que ya pasó. Ya estoy en forma otra vez.
Así que estuvimos recogiendo uva y cargando hasta el atardecer y volvimos a Morata. La última tarea fue dejar todas las uvas en el patio de la bodega para que refrescaran por la noche y estuvieran listas para el proceso del día siguiente.
Procesamiento de las uvas
Al día siguiente pudimos comprobar la maravilla que supone la mecanización. La nueva bodega que compartimos es una bodega “de verdad”. Con capacidad y equipada con la maquinaria adecuada para manejar 30.000 kgs. La diferencia entre despalillar y prensar a manos respecto de hacerlo a máquina es un mundo.
Estrujadora-despalilladora manual
Despalilladora prensadora mecánica
Con esta última máquina se hace el mismo trabajo en un periquete (viene con un motor eléctrico)
Las uvas se vuelcan dentro de la parte superior, los hollejos son expulsados hacia la caja azul a la derecha. El mosto, las pieles y las pepitas son bombeadas a través de la manguera amarilla al depósito de fermentación de 700 litros que está en la esquina. Hemos aterrizado por fin en el siglo 20 (veinte, que no veirntiuno!)
Depósito de fermentación
Un depósito de acero inoxidable montado sobre 3 pallets y recubierto por una elegante tira de hule.
Otra novedad en esta máquina:
Un tras-pallet
Con esta maquinita podemos mover alrededor de 300 kgs de uvas de un tirón!!! Antes nos llevaba horas y nos quedábamos con la espalda cascada! Ahora lo hacemos en minutos y más felices que unas pascuas!!!
Esta es otra máquina del siglo 20, que se llama "bomba"
Una bomba
Como indica el nombre, esta máquina bombea el líquido desde un depósito al otro, o desde el fondo de un depósito a la parte superior del mismo (hacer remontados). Esto ya lo íbamos haciendo últimamente. Antes bazuqueábamos con esto:
Palo para bazuquear
Bomba para hacer remontados
La bomba extrae el vino/mosto a través de la manguera gruesa que sale del fondo del depósito, y lo bombea a través de la manguera más estrecha que serpentea por el suelo al lado del depósito. Y lo sube para caer sobre el sombrero de hollejos que flotan sobre el mosto/vino. (Para los depósitos pequeños seguimos haciéndolo artesanalmente como antes. Para el depositazo de 3.500 l es imposible hacerlo así y usamos la bomba)
Juan (izquierda) y Fabio (derecha) alimentando la estrujadora/despalilladora
Esto es la fase 2 de nuestro proceso de control de calidad. La fase 1 se hace en el viñedo, donde nos aseguramos de que recogemos solo uvas sanas y que no incluimos hojas, piedras ni ramas.
En la fase 2 uno sostiene la cesta mientras que el otro empuja los racimos hacia la prensa quitando las hojas y ramas que aún aparecen en la cesta.
La última tarea después de limpiar (ya es medianoche) es cargar los raspones a la furgoneta para llevarlas al viñedo de Carabaña donde las esparceremos para que se descompongan y mejore la fertilidad del suelo. (y de nuevo me engancha otro arrebato existencial) me digo: “Qué leches hago con una furgoneta llena de raspones, yendo al quinto pino de medianoche, cuando debería estar durmiendo como una persona normal!" Pero como ya dije, ya se me pasó.
Raspones en el viñedo a medianoche
Pues eso es todo. Hoy ha sido un día de descanso que he aprovechado para colgar fotos en Facebook. He twitteado algo, y he escrito este post. Espero que lo hayáis disfrutado. Si tenéis alguna pregunta, comentario o crítica, no dudéis. Aquí estoy.
(Post traducido por Ignacio Segovia)